miércoles, 11 de febrero de 2009

Vivir para Contar: ¿Por qué los gays aman a Madonna?

Dicen que no hay nada más gay, aparte de usar el perfume de tu hermana o tener un perro llamado Coqueta, que ser fanático de Madonna. Si bien el encontrar un mp3 suyo en la PC de tu mejor amigo no sea motivo suficiente como para empezar a mujerearlo, es muy raro encontrar gay asumido que no tenga algún remix o una foto de ella entre sus archivos. ¿Por qué la mayoría de gays adoran a Madonna? Aprovecharé pues para dar aquí una que otra respuesta que pueda despejar el panorama.


Ellos tenían estilo, tenían gracia: Los gays aman a Madonna... y Madonna ama a los gays“Soy un gay atrapado en el cuerpo de una mujer”
Madonna en una reciente entrevista


Madonna siempre ha reconocido la influencia de la comunidad homosexual, no sólo en lo artístico, sino también en lo personal, ya que muchos gays y lesbianas han formado parte de su vida desde mucho antes que se convierta en estrella. Si bien su hermano Christopher (que aparece bailando con ella en el video de “Lucky Star”) es gay, hubo un par de personas cuyo paso por este mundo marcó indefectiblemente su modo de ver la vida, contribuyendo en muchos aspectos a definir su personalidad. El primero fue su profesor de danza en la adolescencia, Christopher Flynn, a quien ella misma define como “un mentor y un padre, un amante imaginario”, la persona que más influencia ejerció en su vida. No sólo inculcó en ella la pasión por el arte, fruto de constantes visitas a museos y galerías, sino que también le enseñó a apreciar y valorar la diversidad racial y sexual, con salidas a diversos clubes gay underground de la ciudad. Pero sin duda lo mejor que hizo por ella, y sin lo cual otra hubiera sido la historia, es haberla animado a dar el gran paso de su vida: Ir a New York a abrirse camino por ella misma. Se dice que llegó a esa ciudad con tan sólo 35 dólares en el bolsillo, teniendo que trabajar en un Burger King mientras hacía sus pininos como corista y hasta baterista de algunas bandas de garaje. Ahí conoció a un joven llamado Martin Burgoyne, bailarín y diseñador (elaboró el collage en la portada del single “Burning Up”, y fue su bailarín durante sus primeras presentaciones), con quien compartió habitación y formó tan larga e intensa amistad que tuvo más de un conflicto lidiando con la homofobia del actor Sean Penn, su entonces esposo. Tanto Burgoyne como Flynn fallecieron a causa del SIDA, siendo ella su más grande apoyo económico y moral pues, a pesar de todo el miedo y la desinformación de la época, jamás dejó de tener la valentía y la nobleza de besarlos o tocarlos, acompañándolos hasta sus últimos momentos de vida. A ambos les rinde un sentido homenaje en la canción “In this Life” (“Sentada en una banca del parque / Pensando en un amigo mío / Él tenía sólo 23 años / Se fue antes de tener su momento / Esto llegó sin aviso / No quería que sus amigos le vieran llorar / Él sabía que el día se estaba acabando / Y no tuve la oportunidad / De despedirme”... “Conduciendo por el boulevard / Pensando en un hombre que conocí / Él fue como un padre para mí / No había nada en el mundo / Que él no pudiera hacer / Me enseñó a respetarme a mí misma / Decía que todos estamos hechos de carne / Y hueso / ¿Por qué debe ser tratado / De manera diferente? / No debería importar a quien eliges amar”)


Adopta una pose: El baile de gays que Madonna convirtió en canción“No sé por qué pero, siendo gay, siento una profunda atracción por ti”Jack (Sean Hayes) de “Will and Grace” encontrándose por primera vez con Liz, personaje interpretado por Madonna


Si bien Madonna ya contaba desde los inicios de su carrera con un buen número de fanáticos homosexuales (por éxitos tan queer como “Like a Virgin” o “Material Girl”), éste llegó a su punto máximo con una canción que, por si no lo sabías pero ya lo sospechabas, estuvo hecha PARA la comunidad gay... y POR la comunidad gay. Sucede que Debbie Mazar, maquilladora personal e íntima amiga de Madonna (aparece en los videos de “Papa Don't Preach”, “True Blue”, “Deeper and Deeper” y “Music”) quedó gratamente impresionada al descubrir un peculiar estilo de baile que era propio y exclusivo de las discotecas gay de la Gran Manzana. Este consistía en quedar estático cuando alguien gritara “strike a pose” (“haz una pose” o “posa”), adoptando una posición que emulara el estar en la sesión fotográfica para la portada de alguna revista de modas, permitiendo improvisar y dar rienda suelta a la imaginación para lograr nuevas y originales posturas. Este baile respondía al nombre de “Voguing”, el cual proviene del francés “Vogue”, que se traduce como “Moda” o “Estilo”. Debbie, con su alucinante hallazgo, dejó impactada a Madonna, tanto que al poco tiempo añadió el Voguing a la coreografía de una presentación en vivo de “Express Yourself”, dejando a todos los espectadores fascinados, más aún al público gay neoyorquino que reconoció de inmediato su propio baile. Sabiendo lo que acababa de lograr, aprovechó uno de sus constantes vuelos de avión para escribir la letra de una canción que incite a “voguear” (“come on, vogue”, es decir: “ven, voguea”), incluyéndole para ello el consabido “strike a pose” como referencia al baile que lo inspiró, y que luego de ser lanzado (fue colocado a último minuto al final del álbum “I’m Breathless” que estaba casi terminado) se convirtió en el baile más popular de los noventas en todas las discotecas del mundo, especialmente, como es obvio, en las discos gays, donde el sofisticado video se convirtió en un referente (la ambigüedad de sus bailarines se debe a que sólo uno de los siete es heterosexual) y la canción se instituyó de inmediato como un himno, tal como lo ha sido “I Will Survive” de Gloria Gaynor. Motivos no faltaban para ello, “Vogue” está repleta de guiños a la comunidad gay, tan sutiles como en la estrofa en la que dice que “No hay diferencia si eres blanco o negro (las discotecas de NY cuentan con un gran número de negros y latinos) / Si eres un chico (gay masculino) o una chica (gay femenino)”, pero que, según confesión propia de la artista, poseía inicialmente una letra distinta, tal vez más controvertida, modificada para no excederse demasiado en un álbum destinado a ser la banda sonora de la película “Dick Tracy”, apta para todo público. Motivada por su enorme éxito decidió continuar por la misma senda con canciones como “Deeper and Deeper” del álbum “Erotica” (cuya letra puede interpretarse como un chico gay saliendo del closet. Incluso vuelve a usar el estribillo "you got to just let your body move to the music, you got to just let your body go with the flow" incluido en Vogue), o performances como en del “Girlie Show”, concierto de promoción del mismo álbum, donde sus bailarines realizan todo un segmento homoerótico durante un interludio en el que, mientras Madonna cambia de vestuario, se oye su voz recitando fragmentos de la Biblia sobre una versión de la canción “Justify my Love”, llamada “The Beast Within”.


Damas con actitud: La veneración por las divas“Siempre he dicho que hay que ser un verdadero hombre para meterse en mis zapatos”
Madonna frente un grupo de Drag Queens que la homenajeaban vistiendo sus diversos looks


Una característica asociada por la gente al hombre homosexual (para gusto o disgusto de muchos) es su relación con la feminidad, bien sea en labores que lleven a enaltecerla (un buen porcentaje de gays estilistas, maquilladores, diseñadores de modas, entre otros, refuerzan ese estereotipo) o a emularla (mediante el travestismo o el transformismo). Este culto a la feminidad encuentra a sus máximas exponentes en Las Divas. Una Diva es una imagen reivindicativa de la mujer; una figura que rompe con el estereotipo de la mujer sumisa, descuidada, complaciente, frágil, angustiada con la crianza de los niños y con el cuidado de la casa. Una Diva suele mantenerse siempre bien arreglada, bien maquillada, siempre elegante y sofisticada en su modo de vestir, siempre bella aunque no necesariamente lo sea (en muchas radica ahí su mayor encanto, ya que no siendo necesariamente agraciadas logran encandilar a todo el que se las tope). Su presencia tuvo mayor apogeo en el cine, durante la década de los cuarentas y cincuentas que es considerada la Edad de Oro de Hollywood, a la cual se rinde explícito tributo en “Vogue”). Pero no es en estos elementos externos o superficiales donde radica su encanto. Una diva es diva por su actitud: La mirada, los gestos, el caminar, un movimiento de cabello, una frase en el momento justo, todo ello hace que hasta los hombres más fuertes pierdan la cabeza ante sus encantos. Ella puede sufrir, llorar o amar con locura, pero esa fragilidad encuentra soporte en la fortaleza de su propia personalidad, en el poder de su feminidad, lo cual la hace robarse el protagonismo y opacar hasta al mismo personaje principal. Es muy popular en los Estados Unidos el estereotipo del gay haciendo constante referencia a las divas hollywoodenses. Tal vez conciente de ello es que Madonna, en muchas de sus sesiones fotográficas, presentaciones en vivo y alrededor de 50 videoclips, ha recreado (algunas veces calcadas a la perfección) diversas imágenes de divas como Bette Davis, Gene Garlow, Carole Lombard, Brigitte Bardot, Veronica Lake, Lana Turner, Louise Brooks, Jean Seberg, Shirley McLeine, Gina Lollobrigida, Audrey Hepburn, Grace Kelly, Marlene Dietrich, Catherine Hepburn, Jane Russell, Greta Garbo, Jane Mansfield, y sobre todo Marilyn Monroe, su más grande modelo a seguir. Madonna, más que una diva, es TODAS las divas, el éxito de su constante evolución y múltiples reinvenciones radica en haber llegado al inconsciente colectivo de una manera tan astuta: Volver al original, y a partir de ahí crear algo totalmente novedoso.


La belleza está donde la encuentras: Madonna ¿lesbiana?“No encontré nada extraño en él. Todos en algún momento hemos sentido atracción por alguien del sexo opuesto”
Jim Carrey comentando el libro Sex


Pero ¿qué tanta apertura tiene Madonna acerca de su propia sexualidad? Para empezar, ella nunca ha ocultado su bisexualidad, es más, piensa que esta es una tendencia natural de los seres humanos, y los que no lo reconocen así son unos reverendos hipócritas. Su primera experiencia con otra mujer ocurrió a los 15 años, ella declara: "Todas mis experiencias sexuales cuando era joven fueron con chicas. Quiero decir, no íbamos a tener todas esas fiestas de pijamas para nada". Pero aquello no acaparó tanta atención mediática como su “amistad” con la temperamental actriz y comediante Sandra Bernhard, a quien conoció a finales de los ochentas, y con quien hizo más de una aparición pública, una de ellas cantando juntas el clásico tema romántico “I Got You, Babe”, lo que despertó muchas suspicacias. "Si duermo con Sandra Bernhard o no, es irrelevante. Si soy o no lesbiana es irrelevante. Estoy dispuesta a que la gente piense que lo hice. La mayoría está segura de que lo hice. Solamente quiero que sepan que aquí está la chica a la que todo el mundo compra discos, y que esa chica le ha comido el conejito a alguien". Pero cuando aquello ocurrió, Bernhard tenía ya una relación con la modelo Ingrid Casares, con quien, se dice, llegaron a formar una relación de a tres, la cual acabó cuando Casares prefirió a Madonna, y Bernhard rompió toda relación con ambas. Aparte de ellas, hubo otras señoritas que, se dice, formaron parte de su tormentosa lista de conquistas, como la cantante y viuda de Kurt Cobain, Courtney Love; la modelo Jenny Shimizu; la actriz de Dirty Dancing, Jennifer Gray; Nelly McGillis; y sus coristas Nikki Harris, Donna DeLory y Debbie Mazar. En lo artístico, enorme revuelo causó tanto la presencia de la modelo Naomi Campbell, como la de la actriz Isabella Rosellini, posando en fuertes escenas lésbicas en el Libro “Sex”, que realizó a la par con su álbum “Erotica”, en su época de mayor desenfreno sexual, época que empezó con el polémico beso que se da en los labios con la top model brasilera Amanda Cazalet en el censurado video “Justify my Love”, a quien ella misma escogió sin previo casting. Pero el más grande espectáculo lésbico que llevó al escenario ocurrió en los MTV Awards del año 2003. Celebraban sus 20 años de vida artística homenajeando lo que podría ser considerado el primero de todos sus polémicos espectáculos en vivo: la presentación en sociedad de “Like a Virgin”. En aquella oportunidad, una joven Madonna vestida de novia, bajó de una gigantesca torta de boda a dar de de vueltas por el piso del escenario en medio de toqueteos algo subidos de tono para los aún no tan liberales años ochentas (por cierto, nada comparados a los que realizó en el “Blond Ambition Tour”, donde prácticamente se masturbó en escena). Aprovechando la ocasión, se les ocurrió a los organizadores sacar partido de la popular rivalidad entre Britney Spears y Christina Aguilera por ser la nueva sucesora de la “Reina del Pop” (no por gusto a Britney se le conoce aún como la “Princesa del Pop”, aunque a Christina parecen llegarle altamente todos esos títulos) para reunirlas a cantar el clásico tema enfundadas en sensuales vestidos de novia. Pero esta vez no existió maniquí de novio, el novio fue la mismísima Madonna, quien hizo su aparición en un ceñido y estilizado frac cantando un remix de “Hollywood”, colocando la cereza en el pastel (o, literalmente, en la “tremenda torta”) con un húmedo beso con lengua a Britney.... y bueno, también a Christina, aunque ese pasara a segundo plano en las pantallas al aparecer el incómodo rostro de Justin Timberlake, quien recientemente acababa de terminar su relación con la Spears (“Comprendo perfectamente tu reacción, a mi me ofendió tanto como a ti” le dijo irónicamente Ellen DeGeneres al entrevistarlo. Ellen, por si algunos despistados no lo saben, es una reconocida comediante lesbiana que hizo el outing más famoso de la historia en el sticom que llevaba su nombre). Para remate, las niñas de los aros que aparecen al inicio de la performance son la hija de Madonna y la de Ingrid Casares. Madonna sería interrogada luego por su propia hija sobre dicho beso, a lo que ella le respondió: "Yo soy la mamá de las estrellas pop y ella es la bebé estrella pop, yo la estoy besando para pasarle mi energía, como en los cuentos de hadas”. Sí, claro.


Eres una superestrella: El porqué de Madonna está donde está“Ellas podrán ser Evita, pero yo seguiré siendo Madonna”
Madonna respondiendo qué haría si Michelle Pfeiffer o Barbra Stresissand conseguían el codiciado papel que más tarde ella conseguiría.


Luego de esto se hace un poco más fácil comprender cómo se produce la conexión de Madonna con la comunidad gay, pero lo que sigue haciéndose difícil es entender cómo esta conexión se produjo y se sigue produciendo en lugares tan distantes, como por ejemplo nuestro distante Perú, donde no se conocen en toda su amplitud estos antecedentes. Y es que la devastadora acogida de Madonna en la comunidad gay va más allá de sus canciones, sus cambios de look, sus pasos de baile o todas las estrategias de marketing usadas o por usar. ¿Qué la hace a ella tan especial como para ser adorada, seguida, imitada e idolatrada con fervorosa pasión? Seamos sinceros: No tiene la mejor voz del mundo, no es la más bella ni el cuerpo más perfecto, una trayectoria francamente lamentable por el cine, tantos detractores como admiradores... ¿Por qué ella? Cindy Lauper empezó mas o menos por la misma época, y fue considerada en su momento más popular, más original y más trasgresora, tanto así que fue invitada a cantar “We Are the World” con estrellas de la talla de Bruce Springsteen, Michael Jackson, Diana Ross... y ahora su fama se reduce a uno que otro video en algún programa de clásicos del rock (¿sabían que sigue cantando?). Madonna, en cambio, a pesar de sus altibajos, ha logrado, no sólo alcanzar la cima del éxito, sino mantenerse firme e inamovible, con millones de discos vendidos, giras multitudinarias, un referente de la moda y el estilo, una líder de opinión que remece al mundo con sus declaraciones, ¿por qué ella y otras no? “Tengo una estatura normal, una figura normal. No canto mejor que otra persona. De hecho, no hay algo en mi exterior que sea anormal. Yo pienso que es algo interior, hay algo dentro que no es normal”, dijo en el año 1985. Eso en su interior es lo que la gente llega a percibir, pero que de nada hubiera servido si no lo hubiera ambicionado con tanta firmeza. ¿Por qué ella? La respuesta es sencilla: Habrá artistas mejores, más bonitas, mucho más talentosas... pero ninguna de ellas ha estado tan dispuesta a llegar tan alto como lo ha estado Madonna. Su meta siempre ha sido clara: Revolucionar el mundo, tirarse abajo la falsa moral, la represión a la que es sometida la sociedad, el doble discurso de los puritanos, y supo encontrar el camino para ello a través del arte. Madonna es una ARTISTA (sí, con mayúsculas), y ha defendido esta condición a capa y espada cuando han intentado censurarla o restringirla (en varias ciudades han intentado convencerla o presionarla de modificar sus controvertidos conciertos, a lo cual ella se ha negado rotundamente, estando incluso dispuesta a ir a la cárcel si es necesario). Reducirla a simple cantante pop sería negar mezquinamente su aporte a la cultura moderna, siendo la principal responsable de potenciar el videoclip como un poderoso instrumento de promoción y de arte en sí mismo (videos como los de “Oh Father”, “Bad Girl” o “Rain”, son consideradas por los críticos como pequeñas obras de arte, y el video de “Bedtime Story” está incluido en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York), y en ellos ha integrado otros géneros artísticos como la pintura, con obras de Tamara De Lempicka (“Vogue” y “Open your Heart”), Remedios Varo, Leonora Carrington y Frida Kahlo ("Bedtime Story"); fotografía, adaptando trabajos de Horst P. Horst (“Vogue”) y Guy Bourdin (“Hollywood”); cine, con adaptaciones de "Metrópolis" ("Express Yourself"), "Los Caballeros las Prefieren Rubias" ("Material Girl"), "The Night Porter" ("Justify My Love"), “The English Patient” (“Frozen”), “The Thomas Crown Affair" y "Humoresque" ("The Power Of Goodbye"); además de incorporar la alta costura con trabajos de renombrados diseñadores como Jean Paul Gaultier (“Vogue”, “Fever”, “Frozen” y “Nothing Really Matters”), Gucci (“Love Don’t Live Here Anymore”), Stella McCartney (“American Life”), Galliano, Versace y Prada (“Take a Bow” y “You’ll See”), entre otros. Para estos videoclips y sesiones fotográficas ha contado con el incalculable aporte de verdaderos genios del lente, como el famoso fotógrafo y director Jean-Baptiste Mondino (“Open Your Heart”, “Justify My Love”, “Human Nature”, “Love Don't Live Here Anymore”, “Don't Tell Me”, “Hollywood” y la sesión fotográfica del álbum “Music”), David Fincher (“Express Yourself”, “Oh Father”, “Vogue” y “Bad Girl”) , Herb Ritts (“Cherish” y las sesiones fotográficas durante su etapa de “Like a Prayer”), el cotizado director de videoclips Mark Romanek (“Rain” y “Bedtime Story”), el director de “El Quinto Elemento” Luc Besson (“Love Profusion”), y el peruano Mario Testino (en la sesión para la portada y el booklet del álbum “Ray of Light”), por mencionar solamente algunos. Si consideramos que el público homosexual es mayoritariamente sensible a las diversas manifestaciones artísticas, entonces hallamos aquí otros motivos más para comprender la pregunta inicial. Si le sumamos a esto su condición de grupo marginado y excluido, podemos encontrar una coincidencia de pensamiento dentro de la lucha constante por la aceptación y la inclusión en la sociedad, ya que Madonna apoya fervientemente la igualdad de derechos para gays y a grupos de lucha contra el SIDA, así como la lucha contra el hambre mundial, la depredación de bosques, por el voto ciudadano, movimientos feministas, la diversidad racial (sobre todo negros y latinos), y a favor de la irrestricta libertad de expresión, la cual es para ella una bandera que ha enarbolado desde siempre. Este activismo ha sido constante en su carrera, ha participado en obras benéficas como el Live Aid del año 85, el Live8 del 2005 y el álbum Red Hot + Dance. No ha desaprovechado la oportunidad de enviar, a través de sus videoclips y presentaciones en vivo, mensajes cargados de profunda crítica social como el rol de la mujer en la sociedad, las nefastas consecuencias de las guerras, la pobreza alrededor del mundo, y sobre todo el papel represor de la iglesia católica. Aunque muchos piensen que Madonna se burla de la religión, no hay nada más alejado de la realidad, pues es su profunda religiosidad lo que la lleva a cuestionarla y adaptarla a sus trabajos. Aunque ahora estudia el Kabbalah, que no es una religión sino una práctica espiritual, ella fue criada como católica, incluso ha reconocido que durante algunos años pensó en ser monja, impactada por la pureza y la disciplina que proyectan. Pero su defensa por la libertad difiere con la intolerancia religiosa, llevándola a ser calificada por los círculos conservadores como blasfema. Es en su acercamiento con la espiritualidad que encuentra un lugar donde no la critican ni la juzgan por su pasado, sino que la motivan a meditar sobre sí misma y la repercusión de sus actos. Está ahí tal vez la mejor respuesta a la conexión, no sólo con el público homosexual, sino con todos aquellos que pueden percibir en ella ese apoyo, esa complicidad, el ofrecerte entretenimiento pero que a su vez te haga meditar sobre los diversos sentidos de la vida, sin juzgarte, simplemente sacando lo mejor de ti, y llevándolo a aquel lugar donde todo el mundo puede sentirse realmente libre: La pista de baile.


Si quieres información día a día sobre Madonna te recomiendo la página que constantemente reviso: www.madonnalicious.com. Una página de la cual saqué toda esta información por ser increíblemente detallada canción por canción es www.enlacemadonna.com. Curiosidades y muy buenos montajes fotográficos en Madonnalex.


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